Algo esencial a tener en cuenta al hablar de prevención en odontología, visitar al dentista una vez al año. Podrás detectar con tiempo caries u otros problemas de salud. No solo evitarás algún susto futuro, además mantendrás una salud bucal envidiable. Pero eso no es suficiente, tienes que trabajar un poco y poner de tu parte.
¿Cómo? Un correcto cepillado, una correcta alimentación y eliminando factores nocivos como puede ser el tabaco.
Higiene bucal
Mantener la boca limpia de gérmenes es imprescindible para prevenir problemas bucales. El cepillo que elijas debe tener las cerdas con una dureza media. Intenta cepillarte con suavidad y no apretando demasiado contra las encías. Éstas, una vez que se retraen no se regeneran y aparece la dolorosa sensibilidad dental. Es recomendado cambiar de cepillo cada tres meses aprox. En cuanto a la pasta dental, bastará con utilizar la cantidad equivalente a un guisante (no más). Lo ideal es que nos cepillemos unos 20 minutos después de las comidas (desayuno, comida y cena). Sin embargo, si no tienes tiempo, el cepillado más importante del día es el de antes de irnos a dormir, ¡no lo dejes pasar! Durante la noche las bacterias tienen hasta 8 horas para acampar plácidamente en la boca.
El hilo dental
Por muy buen cepillado que hagamos, nunca conseguiremos limpiar los espacios interdentales si no es con ayuda del hilo dental (o de un irrigador bucal). Por ello es fundamental pasar la seda entre dientes y muelas, preferiblemente por la noche.
Enjuague bucal
No es indispensable, pero sí muy agradable el frescor que se siente después del enjuague. Si vas a utilizarlo, intenta que sea sin alcohol resulta menos agresivo con la mucosa.
Hábitos de vida saludables
Dieta equilibrada. Abusar de alimentos dulces o bebidas azucaradas aumenta el riesgo de sufrir caries. Los restos que quedan en la superficie de los dientes aumentan la formación de ácidos, facilitando aparición de caries. Por eso, es importante reducir su consumo y lavarnos los dientes después. Si no podemos, beber abundante agua ayudará a que parte del azúcar desaparezca.
Dejar de fumar
El tabaco causa numerosos problemas dentales, desde la pérdida prematura de dientes hasta halitosis (mal aliento). Además, provoca manchas en el esmalte dental, sin olvidar las consecuencias para la salud en general.
Embarazo
Los cambios hormonales que tienen lugar en esta época, agravan trastornos que ya existen como la caries y las enfermedades gingivales. Por eso, es importante seguir al pie de la letra las recomendaciones habituales y es aconsejable acudir al principio y a mitad del embarazo al dentista para que realice una revisión.
Tercera edad
A medida que vamos cumpliendo años, aumenta la pérdida de alguna pieza, uso de prótesis parciales o completas… Si es tu caso, ya sabes que la prevención es el primer paso para evitar algún mal mayor.